viernes, 6 de diciembre de 2013

El reflejo de las cosas.

Sentado en el sillón de la cocina, el piso brillante me muestra el reflejo de las cosas.
La mesa, el hervidor, tazas de café, incluso refleja el techo. Todos en una especie
de mundo paralelo cercano, muy cercano.
Y es increíble, ese mundo está ahí,
lo veo, pero no lo puedo tocar.

Sería todo tan diferente si en vez de estar aquí, estuviésemos ahí.
Tu en tu reflejo, yo en el mío, sin preocupaciones. Tan solo
mirándonos hasta que la noche dicte lo contrario.

Y si alguna vez tenemos un reflejo de problema, de nada nos debería preocupar,
pues es al otro lado del piso en donde las sensaciones se sienten, en donde
la vida cuesta.

Me veo tan triste en ese sillón.

Qué suerte tengo de estar a este lado del caos:
Acá la vida es solo un reflejo.

miércoles, 27 de febrero de 2013

Rifando sonrisas.

Ya entendí que ser feliz es tan simple como tomar la decisión,
pero yo prefiero ahogarme en cosas pequeñas.

domingo, 27 de enero de 2013

El descontento de los contentos.

No se si estará ahí para siempre.

Aparece cuando tengo fiebre, o
cuando no estoy de buen humor.

Incluso a veces el infierno me da rabia.
Es como trabajar para nadie, o
vivir para nadie.

Aún recuerdo esas horas, o esos años, en que
se me olvidó vivir.
Quizás todos en algún momento decidimos
que hay que olvidarse de vivir.

No vale la pena dejar de lado la vida
simplemente por llegar a ser el primero.

Existe la posibilidad de que ese
sea el único descontento de los contentos.


miércoles, 2 de enero de 2013